Cuando no tenga fuerzas para correr como hasta ahora, y recuerde mirando al atardecer, las hazañas del pasado. Recordaré esos días de pasión incontrolable, donde solo tu y yo existíamos en un mundo, que nadie podía romper. Y cuando nos encontremos, y no nos recordemos con solo una mirada, sabremos que lo sucedido, fue algo que marco la piel de los dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario